-Febe


Febe 
El Lugar Oficial De La Mujer 
A.S. Copley 


LA ESCRITURA DICE: No pondrás bozal al buey que trilla al grano, y el obrero es digno de su sueldo - 1 Timoteo 5:18. Un hermano formal me ha pedido que responda ocho cuestiones sobre la esfera de la mujer en la iglesia. Siete de estas son concernientes a Febe; por lo tanto, usaremos su biografía como conteniendo la solución a los problemas del hermano.
¿Cuál es la posición oficial de la mujer en la iglesia del Nuevo Testamento si es una oficial? El cuestionador remarca, que los doctos dicen: En el Nuevo Testamento el ministerio es masculino, y Pablo dice: Pero yo no permito a la mujer enseñar ni usurpar autoridad sobre el hombre (1 Timoteo 2:12). Yo confío en que esta primer duda estará clara y satisfactoriamente explicada por considerar las cuestiones respecto a Febe.
¿Cuál fue el trabajo de Febe el cual Pablo aconsejó a los santos para asistirla en cualquier tarea que tenga necesidad para vosotros -Romanos 16:12? Primero, la palabra tarea (pragmate, Gr.) no significa material, o financiera solamente, sino cualquier negocio, o asunto, que pueda conseguir su interés. La palabra tarea (chreias) en Hechos 6:3 es una palabra diferente. Segundo, la palabra diaconisa (sierva) es en este verso diakonon (Gr), es decir diácono. Tiene solamente el final masculino, pero es usado en el género femenino. Esto es inusual, concordando con las palabras de Pablo - No hay varón ni hembra porque todos sois uno en Cristo Jesús - Gálatas 3:28. Veremos, por lo tanto, que cualquiera sea la esfera de un diácono, la palabra se aplica a las mujeres así como a los hombres.
El verbo diakoneo significa servir, atender a, proveer, suplir. Diakonia significa servicio, tarea, ministerio, atención de un deber, oficio de un diácono. Diákonos, la exacta palabra usada en el verso que estamos estudiando significa un mensajero, un diácono, un ministro de la Iglesia. Otras palabras griegas están traducidas siervo y ministro en el Nuevo Testamento; de aquí, por nuestra versión (inglesa), no podemos saber cuándo la palabra diácono es usada, excepto en cinco ocasiones donde está de este modo expresada - Filipenses 1:1 y 1 Timoteo 3:8, 10, 12 y 13. La palabra diakono, como verbo o sustantivo, es traducido sirviente, o ministro alrededor de 36 veces en el nuevo testamento.
Generalmente es supuesto que un diácono es un hombre, no una mujer, un hombre que sirve solamente en cosas materiales. Tiene este posterior uso en Mateo 8:15; Juan 2:5,9; Lucas 8:3. Pero o está limitada al servicio material de ninguna manera. En Hechos 1:17, 6:4 y 20:24, tiene solamente un uso espiritual. Esto es lo que deseamos que el lector comprenda claramente, que la palabra diácono es usada más frecuentemente con referencia a temas espirituales que a asuntos materiales. Es sorprendente en cuantas conexiones la palabra diácono es empleada. Por ejemplo, esta es usada con referencia a Jesús - El hijo del hombre no vino a ser servido (deaconed), sino a servir (deacon) y a dar su vida en rescate por muchos - Mateo 20:28. Jesucristo fue un ministro (deacon) de la circuncisión - Romanos 15:8. Ver también Gálatas 2:17. Es usada dos veces para los siervos de Satanás - sus ministros (deacons) son transformados como ministros (deacons) de justicia, cuyo fin será conforme a sus obras - 2 Corintios 11:15. Es usada dos veces para los ángeles - vinieron y le servían (deaconed) - Mateo 4:11. No son todos espíritus ministradores (deaconin), enviados para ministrar (deacon) a los que serán herederos de salvación? Hebros 1:14. Es usada para el Espíritu Santo - como no será la ministración (deaconship) del Espíritu más bien gloriosa? 2 Corintios 3:8. Note el verso 9 también. Observe su uso concerniente a los profetas - a quienes fue revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros que ministraban (deaconed) - 1 Pedro 1:12. Estudie los frecuentes usos de la palabra con referencia a Pablo y a los otros apóstoles, por ejemplo - ¿quién pues es Pablo y quien es Apolos, sino ministros (deacons) por los cuales creísteis? - 1 Corintios 3:5 - quien también nos ha hecho ministros (deacons) competentes de Jesucristo;…en toda cosa aprobándonos como los ministros (deacons) de Dios - 2 Corintios 3:6 y 6:4.
Finalmente note que la palabra diácono es usada con referencia a todos los santos - para el perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio (deaconing) para la edificación del cuerpo - Efesios 4:12.
En todas las citas referidas, la palabra diácono tiene un uso espiritual. Es evidente por lo tanto que su principal y más alto empleo es espiritual de lo cual su uso material fue solo una figura. Creyendo que ahora tenemos la respuesta, preguntamos nuevamente: ¿Cuál era el trabajo de Febe? era material o espiritual? ¿era su principal deber remendar calcetines de hombres, como un compañero lo expresó? ¿Fue esa la manera en que sirvió, o tuvo diaconado, en la Iglesia? La frase cualquier tarea (negocio) implica que rindió una variedad de servicio. No es razonable en absoluto suponer que el Espíritu Santo haría tal prominente e importante mención de Febe si ella no hizo nada más que remendar calcetines para muchos y para Pablo. ¿Y puede alguno honestamente evadir el hecho de que ella fue un oficial?


LA ASAMBLEA EN CENCREAS


Estudiemos a Febe y a su carrera más atentamente. Cencreas fue un pueblo de puerto de mar a nueve millas al este de Corinto, donde estaba una de las más distintivas asambleas bajo el ministerio de Pablo. A no ser por esta recomendación de esta elegida dama, no habríamos conocido que hubo una iglesia en Cencreas. Si aquella iglesia tenía un obispo, o anciano como Filipenses 1:1, nos es declarado, no nos es declarado. Esto es seguro, había un diácono, y aquel diácono era mujer. Su nombre era Febe, que significa radiante - resplandeciente, una lumbrera espiritual de puerto de mar o faro de asamblea. No es un pequeño ítem que el apóstol encomiende esta mujer a la iglesia en Éfeso; porque ellos era supuesto ser el más alto grado de santos (los primeros 20 veros de Romanos 16, pertenecen propiamente a la carta de Efesios). Ella era verdaderamente un santo Efesio en espíritu y en verdad. Además, él la llama nuestra hermana, no simplemente una hermana, sino literalmente la hermana de nosotros - la hermana de Pablo y de todos los que estaban con él en Roma cuando escribió la carta a los Efesios.
Por alguna razón, Febe estaba cerca de visitar la Iglesia en Éfeso, o ya estaba allí, y fue un gozo para Pablo escribir en su favor una palabra de recomendación. Repetimos que esta dama debió haber sido un importante personaje y su diaconado un importante servicio, de otro modo el Espíritu Santo no habría movido al Apóstol a registrar esta biografía de ella para ser leída durante dos mil años. Estudie la doble exhortación en su recomendación - recibidla en el Señor dignamente de los santos y asistidla en cualquier tarea que ella pueda tener necesidad de vosotros. Recibirla en el Señor, fue recibirla como al Señor; por tener en cuenta que ella fue a Éfeso como un diácono, con plena comunión en Cencreas. Aunque pudo haber habido otros diáconos allí, Febe recibía la principal recomendación. Esto implica también que ella estaba yendo a Éfeso a los negocios del Señor, más bien que a algún viaje de especulación financiera. Estaba yendo a la iglesia, no a la ciudad. Su diaconado espiritual, debía ser ejercitado en la iglesia en Éfeso, y esto por directa autorización de Pablo en los días de cierre de su ministerio. Su misión en Éfeso no fue comprar o vender, o remendar ropa, sino lavar los pies de los santos en el lavacro de la Palabra de modo que su obra y andar pudieran ser agradando en todo, fructificando en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios - Colosenses 1:10. Verdaderamente, el suyo fue la obra de un diácono para la edificación del cuerpo de Cristo - Efesios 4:12.
Entonces considere la otra petición - asistidla en cualquier asunto. ¿Podría el principal apóstol haber amonestado a la asamblea principal (Efesia) a conceder tal ilimitada ayuda a alguno sino a una mujer principal? ¿podría él atreverse a decir cualquier asunto, si no tuviera la máxima confianza en su sabiduría, espiritualidad y competencia como ministro de Dios?


EL REGISTRO PASADO DE FEBE


Porque ha sido una auxiliadora de muchos y de mí mismo también. Fue Febe una “auxiliadora” material, o espiritualmente? La reflexión precedente sugiere que lo fue espiritual, ministrando la Palabra de Dios. Sin embargo, estudiemos la palabra auxilio. Deriva de la palabra griega protastes, que significa: uno que permanece delante, un hombre a la vanguardia, un protector en la fila delantera, un principal, un gobernador, un líder. De aquí, esta escogida dama era una protectora al frente de la fila, una dama principal o líder. Al escribir a Timoteo (1 Timoteo 3:1-12) acerca de los obispos y diáconos, el apóstol emplea esta misma palabra tres veces: pero allí es traducida gobernador (gobierne, V. Reina Valera) en lugar de “auxiliador”. Un verdadero obispo gobierna (auxilia) bien su propia casa. Si alguno no sabe cómo gobernar (auxiliar) (o guiar como un protector al frente de la fila) su propia casa; ¿Cómo tendrá cuidado de (o administrará) la iglesia de Dios? Ver asimismo el Verso 11. ¿Tiene usted la intención de decir que Febe gobernó o guió a Pablo? De ninguna manera, sino que al gobernar bien su casa espiritual, ella llegó a ser protectora de vanguardia de los intereses espirituales del Apóstol.
Estas palabras de Pablo indican que el oficio de un diácono no era un pequeño oficio, y que éste estaba estrechamente asociado con el oficio de un obispo. Casi las mismas idénticas calificaciones son requeridas para uno y otro (1 Timoteo 3). Añadimos a esto, el hecho notado antes, de que Jesús y los apóstoles llenaron este oficio y somos abrumados con la magnitud del lugar. Y desde que Febe fue llamada un diácono, se desprende que su ministerio no fue de poca importancia. Ni era una aprendiz, o una recientemente fundada, porque Pablo prohíbe al tal hacerse un oficial.

UN PROBLEMA A SOLUCIONAR


Aquí aparece una dificultad. Nuestro amado hermano Pablo exhorta a su hijo Timoteo, diciendo: que la mujer aprenda en silencio con toda sujeción, pero yo no permito a la mujer enseñar, ni usurpar autoridad sobre el hombre, sino que esté en silencio. - 1 Timoteo 2:11-12
Aparentemente, estamos en apuros. Sin embargo, Febe no estaba en silencio, ella enseñó, no solamente a mujeres, sino a hombres también. Desempeñó alguna autoridad, no simplemente por el consentimiento de Pablo, ni ‘porque él no podía librarse de ella, sin por su positiva autorización. Los hombres a quienes les gusta desarrollar toda la conversación ellos mismos y por medio de eso obligar a las mujeres a cubrir sus talentos dados por Dios en un pañuelo, imaginan que con las palabras de arriba tienen a todas las mujeres por la garganta. Sin embargo, note cuán fácilmente la Palabra desata su riguroso dominio sobre ellos.
En primer lugar, la palabra silencio (esuchia, Gr.), es traducida en el verso 2, quita. En Lucas 23:56, la misma palabra es traducida reposaron, en Lucas 14:4 y Hechos 11:18 “paz”, y en Hechos 21:4 nos paramos (quedamos). Por lo tanto, la palabra silencio, aquí no significa absolutamente cesación de palabras, sino de ansiedad, de actividad carnal, de imprudente o inoportuna actividad, de oficiosidad como en 1 Corintios 14:33 el no es Dios de confusión, sino de paz. La palabra silencio aquí significa estar en reposo, ser manso, productivo, y no entrometido. Nuevamente note la frase usurpar autoridad. Eso no roba a la mujer de toda autoridad, ni la priva de tener algún oficio espiritual. Sino que le está prohibido usurpar. Me maravillo siempre que algunos hombres no toman en mayor grado llevar esto a casa para ellos mismos. La autoridad es aquí a ella escrituralmente, tan verdadera y enfáticamente como si fuera un hombre. Y un hombre que usurpa autoridad está precisamente en tan mal caso como si fuera una mujer.
Verdaderamente los usurpadores masculinos están haciendo más daño hoy en día que las mujeres, porque una legión de sujetos, a causa de que hablan en lenguas, o tienen licencia de alguna secta y son locuaces habladores, asumen autoridad que Dios nunca les concedió, ni intentó que tuvieran. Por otra parte, algunas modestas mujeres han aprobado por su valor espiritual que estaban autorizadas por el cielo a ministrar (diácono) el Evangelio a otros.
Las palabras de Pablo son simples. Los apóstoles del reino fueron los canales divinamente ordenados para la emisión de la verdad del reino. Ninguna mujer debía levantarse a introducir alguna doctrina diferente de la de ellos; tampoco asumir gobierno no aprobado para ellas. Tampoco podía ningún hombre (hacerlo). Las mujeres como así también los hombres que iban por todas partes predicando la Palabra, estaban en completa armonía con los apóstoles (Hechos 8). Del mismo modo, ni la mujer ni el hombre, debían enseñar en la iglesia cualquier doctrina diferente del Evangelio de Pablo, porque la entera extensión de la verdad de la Iglesia fue revelada soberanamente a Pablo. Tampoco podía alguna nombrarse ella misma un oficial, ni una autoridad sobre doctrina. Si Dios la llamó, esto llegará a ser evidente. Un regalo de hombre (asimismo de una mujer) le hace lugar. Tal mujer, semejante a Febe, se moverá alegremente en plena comunión con Pablo y sus asociados, sin duda será contemplada como una de ellos. Los ejemplos del día presente de usurpar autoridad son las hermanas Fox, fundadoras del espiritismo, y la señora Eddy de (mala) fama en la ciencia Cristiana.
Observe también una verdad profundamente espiritual aquí. La mujer como sujeta al hombre es el más correcto símbolo de la relación de la iglesia a Jesús como su cabeza. Juan escribe de la misma entrometida Mujer Jezabel, quien se presenta como una profetiza y maestra. La roma ritualista y el protestantismo apóstata responden a Jezabel hoy. Ellos asumen, o usurpan la autoridad en doctrina y práctica que pertenecen a Cristo solamente. De ahí, sus adherentes dicen repetidamente: “mi iglesia no enseña aquello, mi iglesia cree esto, nuestra iglesia no tolera aquello”. Tales son las mujeres a quienes Pablo prohíbe enseñar o usurpar autoridad sobre el hombre. Ninguna verdadera santa mujer se rendirá a aquel espíritu en ninguna asamblea, sino que su moderación o rendición será conocida a todos, sabiendo que el Señor está cerca, considerando, sustentando y confortando al testigo fiel y reprobando al usurpador.
Esto es exactamente lo que el Apóstol enseña los versos siguientes, lo cual da como el argumento para la instrucción precedente: porque Adán (figura de Cristo) fue tomado primero, luego Eva (figura de la novia de Cristo) y Adán no fue engañado, sino la mujer, siendo engañada, ha llegado a estar en transgresión. Eva debía haber prestado atención a la voz de Dios y volverse a su marido cuando el tentador apareció. Igualmente, la iglesia debiera siempre volverse a Cristo, aceptándole como su Cabeza y Maestro, y no usurpar la maestría o jefatura, como la cristiandad, apóstata está haciendo. Tan lejos como hemos tenido algún registro, solo los hombres fueron señalados apóstoles y obispos, porque el hombre representa a Cristo como la cabeza de la iglesia, la cual está representada por la mujer, Jesucristo es llamado el apóstol de nuestra profesión (Hebreos 3:1) y el Pastor y Obispo de nuestras almas (1 Pedro 2:25).


AHORA LAS SIETE CUESTIONES


1 - ¿Cuál es la posición oficial de la mujer en la iglesia del Nuevo Testamento si ella es una oficial? - Ciertamente conforme a los hechos precedentes, la mujer tiene una posición oficial en la iglesia. Ella nunca es llamada un apóstol, u obispo, o pastor. Sin embargo, ella puede tener el oficio de diácono.
2 - ¿Cuál fue el trabajo de Febe en que los santos Efesios estaban asistiéndola? - Era un ministerio espiritual. Ella alimentó y enseñó la Palabra de Gracia con tal fervor y profundidad que llegó a ser una principal protectora de Pablo, de otros y de su mensaje. Ella fue verdaderamente un diácono.
3 - ¿Cuál es el correspondiente servicio hoy’ - El servicio de una mujer, la que conoce el mensaje de Pablo y lo cree con todo el corazón, que ve una necesidad y es movida por el Espíritu Santo a anunciar la Palabra al santo y al pecador, y ve la oportunidad. Por las providencias de Dios - la inhabilidad o indiferencia, o rehuir de los hombres - tal mujer puede ser movida al frente como lo fue Febe en Cencreas. Note también que su utilidad no está limitada a un lugar, sino que llega a ser una auxiliadora de muchos.
4 - ¿Cómo hizo Febe para llegar a ser una sierva (diácono) de la iglesia de Cencreas? Por el llamado de la iglesia o por el nombramiento divino’ - Esta no es una pregunta pequeña. La respuesta no es dicha en ninguna parte explícitamente. Jesús escogió a los doce apóstoles. Pablo llegó a ser un apóstol por Jesucristo y Dios el Padre (Gálatas 1:1). Después de esto fue evidente que Pablo era un profeta y maestro, divinamente ordenado así (Hechos 9:15 y 2 Timoteo 1:11), el Espíritu Santo lo separó para un específico trabajo y lo envió por medio de otros cuatro obreros en Antioquía (Hechos 13:1-4). Luego, él autorizó a Tito a ordenar (colocar bajo) ancianos en cada ciudad (Tito 1:5). Timoteo fue ungido con el Espíritu Santo por la imposición de las manos de Pablo y de ciertos ancianos (1 Timoteo 4:14 y 2 Timoteo 1:16), pero nada es registrado en cuanto a cómo o cuando, él, o Apolos, o cualquiera de los colaboradores de Pablo fueron llamados o comisionados a sus varios oficios y ministerios. La inferencia es suficiente de que el llamado fue invariablemente de Dios. Cuando el Espíritu hizo a la Iglesia reconocer aquel llamado, una puerta de expresión se abrió para ellos, que ningún hombre podía cerrar. La simplicidad del llamado y comisión divino a ministerios espirituales ha sido corrompida y el oficio pervertido por carnal autoridad organizada, que no es autoridad real. De aquí, los hombres desautorizados y frecuentemente no salvos han sido colocados en el lugar sagrado de ministrar la Palabra de Dios, mientras lo escogido de Dios fue puesto a un lado. Por lo tanto, el Espíritu Santo, una y otra vez, ha movido a inesperados hombres y mujeres a levantarse adelante, en medio de una gran oposición en medio de la cristiandad, y anunciar el puro Evangelio de la Gracia divina. Por supuesto que el llamado de Febe fue de Jehová. Su don le hizo sitio la trajo ante grandes hombres, aún Pablo y otros.


5 - ¿Si fue por el llamado de la Iglesia, en qué forma de acción consistió el llamado? - Esta cuestión fue en parte respondida antes. Ninguna existente manera de procedimiento está delineada en la Palabra. Permitamos al don y llamado de Febe ser reconocida, y no opuesto por envidia, entonces el Espíritu Santo nos guiará en cuanto a cómo ella será comisionada.
6 - Si una mujer llega a ser pastora, ¿No está usurpando autoridad? - Arriba dijimos que una mujer no es llamada en ninguna parte un pastor, que es un cuidador de ovejas (esta palabra es mencionado una vez solamente: Efesios 4:11). Decimos igualmente: no está registrado que una mujer no debería ser un pastor. Si Dios llama a una mujer para alimentar sus ovejas, ciertamente ella no está usurpando autoridad, aunque algunos hombres sectarios puedan objetar. Y ¿No es mucho mejor para una mujer competente alimentar las ovejas que por ellos quedan sin alimentación y desamparadas? Sin duda este fue exactamente el diaconado de Febe en Cencreas. Su carrera es registrada como un ejemplo de la esfera de la mujer en la Iglesia. Si el Señor ha puesto un hombre a cargo de una congregación, ninguna mujer guiada por el Espíritu Santo asumirá autoridad sobre él. Ni deseará algún hermano guiado por el Espíritu Santo se encargará de desplazar a una mujer quien Dios ha puesto en un cierto lugar en el Cuerpo. Si lo hace, obtendrá lo peor de esto. No toquéis a mi ungido (ya sean hombres o mujeres), ni dañéis a mis profetas.
7 - ¿Fue Febe la única dama principal? - Ciertamente, no. Pablo escribió a sus verdaderos compañeros de fatiga ayudad a aquellas mujeres que trabajan conmigo en el Evangelio y con Clemente y con otros de mis colaboradores (Filipenses 4:3). Él se refiere a Euodias y Sintyche que lucharon juntamente por el Premio con él y con otros. Priscila y Aquila era amados compañeros de Trabajo. Él dice de ellos: que por mi vida entregaron sus propios cuellos, a quienes no sólo yo doy gracias, sino también todas las asambleas de los Gentiles. Hubo también una asamblea en su casa en Efeso (Romanos 16:3-5). Felipe el evangelista tenía cuatro hijas que profetizaban (Hechos 21:9).


LOS PRE - DESTELLOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO


Débora fue un sorprendente personaje en el tiempo de los jueces. Fue conocida como una profetiza, un juez y una madre en Israel. Ella dirigió una de las más grandes batallas registradas. Barac no podía haber ordenado su ejército en contra de los cananeos si ella no lo hubiera estimulado y ayudado. Débora y Jael ganaron la victoria, tanto que el honor fue atribuido a una mujer por aquel día de triunfos (Jueces 3 y 4). Hulda la profetiza apareció sobre la escena alrededor de 700 años más tarde. Ella fue para Israel un portavoz de Dios en aquel tiempo. El rey Josías, un hombre quien hizo lo recto a través de sus treinta años de reinado, reconoció su oficio y don y prestó atención a las palabras de su boca. El Salmo 65 es dispensacionalmente un Pentecostés milenial, tome nota de la alabanza por el poder divino. En la V.R. el verso 11 se lee así: el Señor da la palabra: las mujeres que anuncian las nuevas un numeroso ejército. Esto está en completo acuerdo con la palabra profética de Joel, aquella de que bajo el derramamiento del Espíritu, las hijas profetizarán (Joel 2:28 y Hechos 2:17).
Los hombres quienes menosprecian el diaconado de las mujeres exclaman que un ministerio femenino es señal de debilidad. Si, en verdad. Dios se agradó en escoger las cosas débiles del mundo para confundir las fuertes (1 Corintios 2). Su propio Hijo Jesús tomó el lugar de debilidad, o dependencia de Su Padre, para que el poder del Espíritu pueda ser desplegado a través de Él. Cuando los hombres son demasiado sabios y fuertes en sí mismos para someterse a Jehová, y son demasiado orgullosos para ser débiles, indefensos y dependientes de Él; Él es obligado a usar mujeres que oirán su voz. Los hombres atan las manos de Dios. Gracias a Dios que algunas mujeres están deseando estar en sujeción y moverse en dependencia de su brazo.
Permita a los hermanos levantarse, aprender del Evangelio de Pablo de corazón, rendirse al claro llamado de Dios; como el apóstol Pablo, dejar todo; predicando la palabra de gracia sin temor o compromiso. Permitámosles venir al frente como puestos para la defensa del Evangelio, declarar todo el consejo de Dios, no esperar hasta que Débora nuevamente mande a Barac a ordenar su ejército. Velad (por la oportunidad) estad firmes en la fe, esforzaos como hombres, sed fuertes (en el Señor, por supuesto) - 1 Corintios 16:16. Predica la Palabra, o nunca más alces tu voz en frente de aquellas mujeres que están ayudando a Pablo en el Evangelio y esforzándose juntamente con él por el Premio.
A las hermanas, permítanme apelar, levántense con fe para la ocasión ¿Son tímidas y se sienten débiles? Hay esperanza para ustedes. El cojo toma la presa. Establezcan una casa pequeña de clase bíblica. Si no pueden enseñar reúnanse unos pocos y lean juntamente la Palabra, abran una pequeña misión. Salgan. No hagan planes de grandes cosas, confíen en el gran Dios. No seas incrédulo. Solo cree. Avancen.

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