-El Arreglo y El Fin de las Edades

EL ARREGLO Y EL FIN DE LAS EDADES 
Por Albert  S. Copley 


Por la fe entendemos haber sido constituido el 
Universo por la palabra de Dios, de modo que 
lo que se ve fue hecho de lo que no se veía 
(Hebreos 11.3) 


Dios es antes de todo. El plan divino de las edades se fijó en el consejo divino antes de empezar el tiempo. Aquel plan tuvo un principio, tiene su desarrollo, y tendrá su consumación. Dios ha usado a los hombres para anunciar las operaciones iniciativas de su plan. A otros usó para anunciar el progreso y el desarrollo del mismo; y finalmente emplea a otros para poner a manifiesto la culminación de aquel plan. Como había grados de progreso en el principio, y así en el adelanto y desenvolvimiento del plan, así también hay grados en la culminación del mismo. 


No hay duda que estamos en el sexto día dispensacional (sexta edad) del gran plan de Dios. Y más, estamos en el punto culminante de esta edad: el sol se pone. Esta edad tuvo su principio en el primer advenimiento de Cristo y el advenimiento del Espíritu Santo. Los grados del principio se marcaron por el ofrecimiento del evangelio del reino a Israel, su rechazamiento del mismo; y el don de la salvación a los gentiles, con el misterio de Cristo que antes fue escondido en Dios, más revelado a Pablo. El progreso de la edad se nota por el evangelio que está predicado a todo el mundo, y por el descrecimiento del cristianismo. Ahora el fin de esta edad es marcado por el avivamiento del estudio de la palabra de Dios, por el derramamiento de la lluvia tardía y la reanudación de los dones, la repetición del esfuerzo mundial misionero, por el anuncio de la pronta llegada de Jesús y por el trato de la providencia con los judíos. 


Hay un progreso constante del estudio profundo de la palabra de Dios, especialmente en vista del segundo advenimiento del Señor. Esta se efectúa particularmente por las operaciones soberanas del Espíritu; porque la lluvia tardía actual acompañada por nuevas lenguas es de ser enfática y soberanamente esperada. Como ha habido un desarrollo del plan de las edades, así también hay un desenvolvimiento de la palabra de Dios para … el tiempo del fin (Daniel 12.4). 


No solamente vemos una gran diferencia entre los ministerios de Pedro y Pablo, sino también una diferencia igualmente grande entre sus recompensas respectivas y la recompensa de los que siguen sus enseñanzas y más: hay grados de experiencias entre los que reciben el evangelio de Pablo. Como Juan escribe a hijitos, mancebos y padres, así encontramos santos en el día de hoy con estos distintos grados de crecimiento. 


CREYENTES CARNALES 


En la misma manera, encontramos diferentes grados de rendición a Dios, entre los que son nacidos del Espíritu. Hay los carnales que andan como hombres … celos, contiendas, disensiones siendo manifiestos (1ª Corintios 3.1-3). 


En esta clase sin duda andan la gran mayoría de los creyentes, aunque algunos pueden tener el orgullo de saber las Escrituras, siendo autoridades en ellas, y de ser usados en el despertamiento de avivamientos. Hay también grados de carnalidad: algunos son muy carnales, otros moderados, quienes a veces muestran algo de espiritualidad mientras que otros tienen poca carnalidad. Hay diferentes clases de carnalidad. 


Algunos se rinden a sus tendencias animales, otros a investigaciones y ensueños intelectuales, otros son llevados por la música y el arte; y todavía hay los que son carnales en el sentido religioso, siendo extremos en demostraciones físicas y en su celo de exponer lo que ellos creen ser la vedad. 
Sin duda, la carnalidad religiosa más difícil de perdonar es aquella que sostiene que sabe la verdad y comprende la palabra de Dios, sin embargo es indiferente a ella, comprometiéndola o haciendo comercio de la misma, y todo el tiempo sabiendo disculparse por no andar en el poder de la verdad. Carnalidad religiosa, seca, sin vida, ordenada, intelectual, organizada, tan bíblico y mansa que no se encuentra en ella más culpa o falta, sino que es formal e importante; ésta es la más triste, la que más debemos temer y la más difícil de poder librarse. 


CREYENTES ESPIRITUALES 


Hay también la compañía más pequeña y menos conspicua, la compañía espiritual, que juzga (discierne) todas las cosas: pero… no es juzgado de nadie (1ª Corintios 2.15-16). Claro, son éstos los que son los más necesarios, que andan en verdadera comunión con Dios, porque son los más usados por él. Andan y procuran andar en el Espíritu; son aquellos en que Dios confía, porque ellos viven cerca de él y les hace saber su voluntad y propósito. Comprenden lo que él está haciendo y porque, y lo que quiere hacer en el futuro. Ellos buscan y llegan a saber la parte que les corresponde en el drama conmovedor, y con agrado hacen su parte por medio de su ayuda. 
Hay tres grados distintos entre los espirituales, que corresponden con los tres grados de la voluntad divinal. La buena voluntad de Dios, agradable, y perfecta (Romanos 12.2). Parece que se concuerdan con las palabras de Juan sobre crecimiento familiar hijitos, mancebos, y padres. Algunos creyentes se hacen espirituales pronto, aunque sean nuevos en la gracia. Crecen en espiritualidad, fuerza y utilidad en la misma manera que crecen en la compresión. Ambos en teoría y práctica, llegan al estado de mancebos. Los de la segunda categoría están en su voluntad agradable, siguiendo el camino a su perfecta voluntad, hasta crecimiento completo que se ve declarado en Romanos 8.14, los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Y hay grados en la perfecta voluntad de Dios: desde seguridad a confirmación, luego hasta madurez. 


Esta es comparativamente una pequeña compañía. Los maduros espirituales observan y comprenden quien es quien, y lo que son. Ellos juzgan (disciernen) todas las cosas. En verdad disciernen las señales de los tiempos. No se ocupan con las cosas pasajeras por la sencilla razón de tener algo de qué hablar no más, o para que la gente no los cuente como ignorantes, o para jactarse de su sabiduría o de sus talentos. Toda su sabiduría está utilizada para equiparse para el lugar en el gran desenvolvimiento actual y el drama de las edades venideras. A ellos la verdad es sumamente preciosa y práctica, y una verdadera realidad. 
La voz de Dios revelada por su palabra es a ellos todo en todo. Estos en verdad son hombres de Dios que saben que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4.4). Jesús mismo vivió por la palabra poderosa de su Padre. David en un éxtasis clamó Cuan dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel a mi boca (Salmo 119.103). El profeta plañidero se alimentó de la palabra de Dios, … halláronse y yo las comí, y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón: porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos (Jeremías 15.16 V.A.). 


DIFERENCIAS EN DISCORDIA 


Cada profeta del Antiguo Testamento tuvo un mensaje distinto para la hora particular de su tiempo; hasta a los profetas contemporáneos se les fue revelada verdades que otros no anunciaron, aunque no hubo ninguna contradicción. No recompusieron los descubrimientos ajenos como los hombres de hoy. Cada uno oyó la voz de Dios y recibió su mensaje de Dios para sí mismo, de tal modo que hubo un desarrollo continuo de verdad y de la voluntad de Dios. 
Dios puede obrar en la misma manera hoy, pero algunos hombres sostienen que son autoridades en la interpretación bíblica, y se limitan entre ellos siempre estando de pronto acuerdo los unos con los otros, formando una “unión” de interpretaciones bíblicas. Denuncian la luz que otros hayan recibido. A pesar de la envidia que grita vosotros sois el pueblo, y con vosotros morirá la sabiduría (Job 12.2), Dios todavía obra y guía adelante. 


Él se revela a sí mismo y desenvuelve su voluntad para el tiempo actual a los sencillos de corazón que están dispuestos a separase y salir, pues a él fuera del campamento, llevando su vituperio (Hebreos 13.13). Dios se revela tan determinadamente a gente humilde y asilada que no pueden equivocarse. La admonición o reprensión de los grandes expositores bíblicos, así llamados, no los puede desviar. Han oído la voz de Dios. 


Por ejemplo: los “ancianos” desacreditan sanidades divinas, diciendo. – la edad de milagros ya pasó. Denuncian la lluvia tardía, llamándola fanatismo, y el hablar en nuevas lenguas, diciendo que es del diablo. Sin embargo, los necesitados, los dispuestos a aprender por fe rompen el poder de Satanás y son sanados y predican sanidades a otros. También se deshacen de la formalidad y llegan a la gloria aun el espíritu y la gloria de Dios. La enseñanza de Pablo para las multitudes no es nada más sino una linda teoría: no saben nada de la victoria sobre el pecado y la carne. Sin embargo hay santos que están comprobando verdaderamente el poder práctico de nuestra posición en gracia (Romanos 6), el gozo, la gloria y la toda-suficiencia de Cristo en el corazón. ¡Aleluya! Ellos proponen ganar la carrera. 


LA VERDAD TRIUNFANTE 


Prosigo a la meta, al premio del 
Supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús 
(Filipenses 3.14). 


Lo predicho no es todo. Calvario, Pentecostés, sanidades y victoria no son sino medios para llegar sencillamente al cielo al morir, o ser trasladado cuando Cristo viene. ¿Es el cielo sí mismo la recompensa? ¿No es sino el destino? Por cierto hay una herencia…reservada en los cielos para alguien (1ª Pedro 1.3 al 5). 
Algunos santos han aprendido esta verdad, y quieren saber cuál es la herencia y para quien se reserva y como se la puede obtener. Pero en el momento que empezamos a buscar la que el Señor nos tiene reservada, encontramos a los “ancianos, doctores y expositores”, quienes de envidia gritan con Eliab contra David: Yo conozco tu soberbia, y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido (1ª Samuel 17.28). O, como se dicen ahora — ¿Cree usted que nos puede enseñar a nosotros? ¡Qué raro de veras que hay los que creen que Dios no puede enseñar a nadie sino a ellos solos, o a los que por su reputación son “autoridades”! La palabra de Dios no está presa (2ª Timoteo 2.9). Tampoco se limita Dios a unas ciertas personas. 


No es nuestro propósito de convencer que nosotros hemos acertado, especialmente a aquellos que han tenido luz, y no andan en esa luz. Deseamos sinceramente dar la razón de la esperanza que hay en vosotros (1ª Pedro 3.15), de las declaraciones claras que se encuentran en las Escrituras y nada más. Queremos hacer disipar cualquier neblina que obscureciera al corazón hambriento y deseoso. No somos enviados para azotar a los débiles ni a los infieles. Dios se cuidará de eso en su tiempo; ahora nos corresponde a nosotros apacentad la grey de Dios (1ª Pedro 5.2). Nos hizo ver esta verdad hace años ya. ¡Alabado sea su nombre! 


Si podemos indicar en la palabra inmutable de Dios una estrella de brillantez sobresaliente de promesa, y levantarla en los cielos en esplendor irresistible, e inducir o animar a los santos pobres, débiles, tímidos, cargados y lastimados a ligarse a la misma, tendremos gozo indecible. 
Tenemos la seguridad que hay la estrella, y que Dios se glorificará eternamente, y será glorificado en gran manera por aquellos que corren y se prenden a ese premio glorioso. Nosotros estamos corriendo. Queremos compañeros. Estamos contemplando, y nos cambiamos de gloria a gloria por la mirada y la visión. Puedo llamar a esta estrella las riquezas de su gloria en las cuales algunos santos se gozarán conjuntamente con Cristo, y menciono, como portada bíblica, las palabras de Pablo: 


UNA MEJOR RESURRECCION 


Con claridad, la palabra enseña de la primera resurrección que incluye todos los creyentes que están en el sepulcro. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección (Apocalipsis 20.6). Todos los creyentes son “bienaventurados” porque están en Cristo, y “santos” porque son de Cristo. Tienen una posición feliz y una naturaleza santa. 1ª Corintios 15 se ocupa enteramente de esta primera resurrección. No hay nada de la resurrección de los inicuos, o los que experimentan la segunda muerte. La primera resurrección se empezó con el levantamiento de Jesucristo, primicias de los que durmieron (1ª Corintios 15.20), y aquellos después de la resurrección de él (Mateo 27.53), y se consumará con el fin del milenio. Vea Apocalipsis 20.5 y 6. 


La vida será prolongada y la muerte restringida para los creyentes durante este reino de mil años. No serán cumplidas enteramente las palabras sorbida es la muerte con victoria (la muerte habiendo sido restringida antes), y ¿dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro (infierno, hades) tu victoria? (1ª Corintios 15.54 y 55), hasta que el último morador creyente sobre la tierra se vista de inmortalidad al fin del milenio. 
Ahora bien, ya que enfáticamente hay una primera resurrección y una segunda resurrección; también se declara claramente que ciertos santos fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección (Hebreos 11.35). Estos fueron los fieles del Antiguo Testamento. ¿Eran ellos los cuerpos que salieron de los sepulcros después de la resurrección de Cristo (Mateo 27.52 y 53)? ¿Era esto, el privilegio de ser levantado cuando Cristo fue levantado, la mejor resurrección para ellos? Parece que sí; porque se levantaron casi dos mil años antes de los demás santos del Antiguo Testamento, los que saldrán en la revelación de Jesús (Daniel 12.1 y 2 y Romanos 11.25 y 26) 


No se puede disputar entonces que hay una mejor resurrección. Si algunos bajo el antiguo pacto vieron esta buena esperanza; ¿por qué debe ser improbable que los santos del nuevo pacto puedan gozarse de una misma resurrección? ¿No habrá habido los distintos grupos entonces, uno que rechazo el rescate a fin de obtener mejor, y uno que acepto rescate, pero perdió la mejor resurrección? ¿Cuál era la marca distintiva de diferencia? Era el sufrimiento expresado por estirados que quiere decir “tortura”. 


Amos 9.6 es una referencia notable de comprobación. El edificó en el cielo sus cámaras, (esferas o ascensiones) y ha establecido su expansión (tropa o bulto) sobre la tierra. …Jehová es su nombre. Aquí se menciona un grupo de la tierra y lugares para grupos en los cielos. Esferas o gradas diferentes exigen grupos correspondientes. Amos vio la tropa sobre la tierra. Vio solamente la morada de los moradores celestiales, no los que luego la habitarían. Para Amos, era una maravilla: para nosotros, que lo creemos, esto es glorioso. Por eso, averiguamos, ¿quién habitará estas gradas respectivas, extendiéndose hacia arriba como piso de un edificio, uno sobre el otro? Sin duda, la soberana vocación de Pablo es la que distingue aquellos quienes constituirán la expansión (tropa o bulto) sobre la tierra. 


¿Hay algo en el Nuevo Testamento, que corresponde con las diversas gradas de Amos? Si, somos informados que una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas: pues una estrella es diferente de otra en gloria (1ª Corintios 15.41). Aquí tenemos cuando menos cuatro glorias diferenciadas, todas sobre el nivel celestial. ¿Es forzado decir que esto es aquello de lo que escribió Amos? Aunque él no lo comprendió, el Espíritu sí. Esto sugiere cuando menos cuatro gradas inmensas, o pisos, en la iglesia triunfante de Dios: dos pisos, o glorias, de estrellas; un piso lunar y un piso solar. Sabemos que las tropas sobre la tierra están, pero los pisos se están edificando en el cielo. ¡Qué maravilla! ¿Escribieron Amos y Pablo con la razón de divertir estudiantes curiosos? O ¿es que nos muestran lo que espera la fe en las promesas de Dios? 


ADONDE SE DIFIEREN DE NOSOTROS 
Así también es la resurrección 
de los muertos (1ª Corintios 15.42) 


Los que se oponen no niegan precisamente las verdades arriba citadas de las diversas glorias, pero no están de acuerdo con nosotros sobre la manera y tiempo de alcanzar sus respectivas esferas o glorias. Pues, perseguiremos para mostrar por declaraciones sencillas e invencibles de las escrituras que aquellos que ocuparán estas gradas llegarán en diferentes etapas, conformes a ciertas condiciones durante la vida cristiana el lugar respectivo de cada creyente está determinado. 


Mi actitud a Dios, y a su verdad, determina el grado al cual llegaré, y por supuesto, determina el cohorte al que seré levantado; de igual manera como aquellos creyentes del antiguo pacto determinaron si tendrían parte en la mejor resurrección. 


Es declarado en figura, y al último de todos como a un abortivo, me apareció a mí (1ª Corintios 15.8). Estudiantes bíblicos están de acuerdo que este capítulo empieza con el anuncio de las cuatro verdades fundamentales del evangelio: Cristo murió por nuestros pecados …fue sepultado …resucitó al tercer día …y que apareció (1ª Corintios 15.3 y 4). Los últimos dos acontecimientos son los más esenciales del capítulo. La aparición de Cristo a Pablo (Saulo entonces) en el camino a Damasco es considerada como figura de su última aparición a Israel, la nación. Si la experiencia de Pablo en este capítulo es figurativa ¿por qué no son figurativas las otras cinco? Si no son figurativas, ¿Por qué aparecen en este capítulo específico? ¿Por qué son asociadas con la visión de Pablo de Cristo en el mismo orden de los distintos y diferentes grupos: el pueblo de la iglesia primero, luego Israel? 


Tenga en cuenta que todas estas seis apariciones sucedieron sobre la tierra. Si Pablo es la figura de Israel, y las cinco otras son figuras de la iglesia ¿por qué son cinco grupos distintos que vieron a Jesús en cinco ocasiones diferentes? Si la iglesia se levantará en un solo grupo ¿cómo es que hay cinco grupos en la figura? Considere también que Cristo apareció a los cinco grupos que ya habían creído en él, aun como en la misma manera aparecerá a los distintos grados de la iglesia en el tiempo final. Pero apareció a Saulo para que pudiera creer, aun como en la misma manera aparecerá a Israel al final. 


De todos lados, tenemos una acumulación de comprobaciones poderosas que estás apariciones de Cristo anuncian la resurrección de los santos por grados. 


1. Está declarada categóricamente. En Cristo todos serán vivificados, pero cada uno en su debido orden (1ª Corintios 15.22 y 23). La palabra “orden” viene de la palabra griega “tasso” que significa “arreglar, poner en orden, poner en filas”, y se traduce en palabras militares como “cuerpo, división, cuadrilla, fila y grado”. Tenga en cuenta una distinción clara que aparece en la referencia todos serán vivificados: no vivificados en una sola cuadrilla, sino cada uno en su propia cuadrilla o grado. 


Véase, bien, esta distinción se hace en la resurrección, no después. Los santos serán levantados en diferentes grados porque están en diferentes grupos antes que mueren. La mayoría son carnales, los demás son espirituales. 


Es verdad, como un hermano escribió hace un tiempo, —los santos están encontrando sus grados ahora.—Como cae el árbol así se acostará. El creyente determina su orden respectivo por la manera que vive aquí. ¿Puede alguien negar que Israel tendrá su propio grado en distinción de la iglesia? Mire bien a Daniel 12.1 y 2. Israel no puede ser levantado hasta después de la angustia de Jacob. 


Poner objeción que pueda haber una “resurrección partida”; quiere decir, que no se puede cortar en secciones el cuerpo de Cristo. Yo pregunto al que opone, si Cristo que está en el cielo —¿no es parte de “el Cristo” que es en verdad un cuerpo, pero que tiene muchos miembros? (1ª Corintios 12.12). ¿No fue Cristo levantado 1900 años atrás? Lógica de esta clase demanda que toda la iglesia hubiera sido levantada con Cristo. ¿No debe ser mucho más fácil creer declaraciones claras de las Escrituras que la lógica humana? 


Además, Como en Adán todos mueren (pero no todos mueren en el mismo momento) así también en Cristo todos serán vivificados, pero no de necesidad en el mismo momento todos. Cristo las primicias, 19 siglos atrás, luego los que son de Cristo, (que tiene que incluir los santos del Antiguo Testamento) en su venida. La frase en su venida significa literalmente “en la presencia de él” la cual abarca un período de tiempo que se extiende desde el momento que recibe su trono en el aire hasta el fin del milenio. 


Durante la primera parte de esa “presencia” los santos serán levantados en diferentes grupos y los santos vivientes en el mimo orden serán cambiados y levantados con aclamación y mando a aquel grado preciso. Si no atendemos a su mando hoy en asuntos más pequeños ¿Cómo podemos aun oír esa voz de aclamación para ser levantados y trasladados? Dios también es lógico y metódico. 


2. La manera de la resurrección. El crítico pregunta ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿con qué cuerpo vendrán? (verso35). Como siempre, el Espíritu Santo anticipa a los opositores y contesta más de lo que se pregunta. Por eso las contestaciones dadas por el Espíritu Santos clarifican sorprendentemente y confirman nuestra idea de la resurrección. 


3. Hay variedades de semillas. Se enseña por las distintas clases de semillas, ya sea de trigo, o de otro grano, los diferentes valores de los cuerpos resucitados de los creyentes (versos 37 y 38). ¿No tiene trigo un diferente valor del maíz o la cebada, aunque todos sean buenos para la comida? Dios le da (a cada semilla) el cuerpo como él quiso, y a cada simiente su propio cuerpo. Trigo no sale de un grano de maíz, ni maíz de un grano de cebada. Tampoco un vencedor del grado segundo tendrá un cuerpo del grado primero en la resurrección. En la misma manera, al trigo se lo guarda siempre separado del maíz. También, trigo se siembra en una parte, cebada en otra, y el maíz en otra todavía. 


Todos de estos granos son buenos, pero varían en su calidad; así también que habrá varios valores en los cuerpos resucitados. Los cuerpos de los creyentes no serán todos semejante al cuerpo de la gloria suya (Filipenses 3.21), quiere decir, la gloria de Jesús que es definitivamente la gloria solar; mas como habrán gloria menores, algunos cuerpos participarán en esas glorias menores respectivas. 


4. Hay distintas clases de carnes. Carne es carne; pero no toda carne es la misma carne (1ª Corintios 15.39). Aquí hay cuatro clases nombradas; la carne de hombres, de bestias, de peces y de aves. La palabra para bestias acá no es “therión”, animales silvestres, sino “ktenos”, animales domésticos, como vacunos u ovejas; pues significa buena carne en cada caso. Pero tiene diferente valor que significa por cierto que los santos se levantarán con carne glorificada, pero en cuanto menos cuatro grados o grupos. 


Como con las simientes así también con la carne, todo se refiere a la resurrección, porque versículo 42 declara así también es la resurrección de los muertos. ¿No será que el Espíritu Santo aquí quiere enseñar que hay diferentes grupos de creyentes, que tienen diferentes experiencias que por la fuerza causan variaciones en la comunión de los santos? ¿Se asocian los hombres con vacas? ¿Tienen ovejas comunión con peces? ¿Guardan compañía los peces con las aves? Aunque todos sean de buena carne todavía no se comprenden entre sí. 


El Hombre con su inteligencia superior comprende a los animales y a las aves, pero se halla que no es ni el uno ni la otra: ni comprenden ellos a los hombres. Lo espiritual discierne a lo carnal; pero lo carnal nunca discierne a lo espiritual. Empero el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie (1ª Corintios 2.15). Aves y hacienda no comprenden como los peces saben vivir en el agua; ni los peces comprenden como otros saben vivir fuera del agua. El Espíritu Santo ha dibujado estas analogías, ¿podemos nosotros tratarlas con liviandad? Si así lo hacemos, nos hacemos los que perdemos. Como hay grados de comunión en la vida, la resurrección no los cambiará: no puede ponerlos todos en un grado o fila. Jesús aun ahora anda como juez entre su pueblo separándolo en diferentes grados (Apocalipsis 1.13 y 2.1) 



POR QUE HAY DIVISIONES HOY 


Hermano, ¿no ve la analogía que explica la falta de comunión entre los creyentes hoy? ¿Grita usted 
—¡exagerado!? Espere un momento. ¿No llama Dios a su pueblo ovejas gordas y ovejas flacas? ¿No dice él, y juzgaré entre oveja y oveja así haciendo distinciones entre su propio pueblo? (Ezequiel 34.17 al 20). Jesús asemeja los hombres a los peces diciendo, yo os haré pescadores de hombres (Mateo 4.19) y ¿no son aparentados a las aves del cielo? (Hechos 10.11 al 15). 


Con toda certidumbre grados hay, difiriéndose el uno del otro tal como los hombres se difieren de los animales, y los animales los unos de los otros. Si el pueblo de Dios tiene comunión dividida ahora, ¿Cómo podrá ser levantado de los muertos en plena comunión? Si hoy los cuerpos de creyentes no se gozan de victoria sobre el pecado y la enfermedad, ¿Cómo podrán tener la misma clase de resurrección? Si algunos no apropian el cuerpo guardado irreprensible (1° Tesalonicenses 5.23) ¿Cómo compartirán de la más alta gloria en la resurrección? Si no estamos de acuerdo con la voz de la palabra de Dios ahora, ¿Cómo estaremos de acuerdo cuando suena la trompeta? 


La Posición del apóstol Pablo es muy sensata, si, y muy necesaria. Si estas cuatro clases de carne no enseñan diversos grados de experiencia cristiana, reclamando diversos grados en la resurrección ¿Qué es lo que enseñan? Acuérdense bien que así también es la resurrección de los muertos (1° Corintios 15.24), quiere decir, que con la misma verdad que hay diferentes clases de carne, y que no se asocian con facilidad las unas con las otras; que así también hay diferentes clases de creyentes, y que se levantarán como mueren; en las mismas clases o los mismos grados. Si esta verdad de grados no está indicada, las palabras de Pablo sobre las diferentes clases de simientes y de carne no tienen significado alguno. 


Los creyentes están hallando sus distintos grados hoy, los están eligiendo deliberadamente. Rechazan el primer grado por negar una diferencia en primer lugar, y eligen un grado menor por su manera de andar. 


Cuesta aceptar a Cristo como salvador y renunciarse del mundo. Algunos van hasta “ahí no más” pero no quieren seguir. Cuesta aún más para recibir el don del Espíritu Santo como lo recibieron el día de Pentecostés con sus señales, poder y milagros. Pero algunos llegan aun a recibir dicha del Espíritu que ha recibido. Algunos se permiten arrebatarse por los dones y éxitos que tiene, y se hinchan de orgullo, y por lo tanto nunca crecen en verdadera experiencia cristiana. 


Y cuesta aún más para aceptar el mensaje de Pablo de gracia absoluta, porque a medida que la verdad se hace profunda, el círculo se achica. Dicho mensaje es caro para la carne, porque todos los gastos de la salvación se pagaron por la muerte de Cristo, no dejando ninguna “factura” para ser pagada por el pecado. El solamente puede creer en Jesús. Desde que el hombre viejo siempre busca el crédito de hacer algo que sea, este mensaje de gracia es carne sin sabor a la mayoría de los creyentes. Algunos aceptan la verdad inicial de la gracia, pero no siguen. Se quedan “criaturas en Cristo” porque no crecen en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador… (2° Pedro 3.18). Esta clase de crecimiento hace retirarse la carne; porque el hombre nuevo, el hombre interior crece en espiritualidad. 


Pero tiene que haber progreso; un crecimiento, pleno-crecimiento, y la madurez. Si creyentes mueren criaturas, serán levantados criaturas, y su cuerpo inmortal será el de criatura. Algunos santos imaginan que porque creen en la gracia absoluta, que gozarán igual y conjuntamente con Cristo en su gloria, no importa el camino en que anden. ¿Es un milagros que algunos desprecien este mensaje tan glorioso? Si, como dicen algunos, es todo de gracia; pero también es la misma verdad absoluta, que tenemos que apropiarnos de la oferta. Los árboles pueden estar cargados de rica fruta; pero no nos hará ningún bien si no la sacamos. La mujer enferma del flujo avanzó entre la multitud para tocar al curador, Jesús. Al tocar, y solamente tocar, se sanó. De la misma manera tiene que haber un avance al desarrollo completo. Esto significa negarse a sí mismo, sacrificio, sufrimiento, morirse diariamente: Pelear la buena batalla de la fe (1° Timoteo 6.12). 


En el momento de la salvación conseguimos la victoria sobre el mundo. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el hijo de Dios? (1° Juan 5.5). Pero si no sigue adelante y aprende el camino de la victoria sobre la carne, pronto perderá la victoria sobre el mundo. Por experiencia uno aprende la astucia y la maña de su propia carne, y que el pecado que mora en ella le incomoda. Empiece a contar con Dios, reconociendo muerto el viejo hombre, y fuera del escenario; y usted, su nuevo sí, vivo a Dios por Cristo. Y más aún, siga adelante y reconozca que Cristo es su vida; así ganará la victoria sobre su propia carne y poseerá el secreto de la victoria sobre toda carne. Pero cada paso adelante hará más pequeño el círculo de sus amigos, separándose más de esta edad presente, haciéndole aparecer más extraño y peculiar, y hacer despertar el adversario en contra. No obstante, así está adelantándose siempre adelante y creciendo. 


EN LOS CIELOS 


Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo 
nos hizo sentar en los lugares celestiales con 
Cristo Jesús (Efesios 2.6). 


Todavía nos adelantamos. El ascenso divino nos ha puesto sobre el altiplanicie de la gloria. Aquí empieza nuestra lucha con Satanás mismo. Los santos que aceptan a esta oferta especial de gracia, nuestro asiento en los cielos, tienen un conflicto que los otros santos ni pueden imaginar. Son creyentes de la clase de los efesios que no tienen lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (cielos) (Efesios 6.12). 


Clamamos por la batalla que puede ganar el lugar que tiene Satanás en los cielos. Yo digo que aquí está nuestro conflicto. Sabemos muy poco del diablo o de sus engaños. Aprendemos muy poco de la victoria sobre él, hasta que por fe agarramos nuestro sitio divino en los cielos con Cristo. Y los que solicitan la esfera más alta en los cielos tienen por experiencias las contiendas más fuertes; sienten fuertemente la separación que se hace cada vez más grande. Estos son ellos que son menos comprendidos y más calumniados. 


La división entre legalistas y creyentes de la gracia, que parte nuestro corazón, al final es fácil para llevar, porque no se combinan. Pero cuando encontramos muchos defensores de la gracia volviendo atrás, porque ven gigantes en el camino, entonces, si somos abrumados de tristeza. “Una espada atraviesa” a nuestra alma. El dardo más caliente penetra a nuestro corazón. Una victoria nueva y más grande tiene que ser ganada. El círculo se achica demás, el camino se hace más solitario, y la crítica más severa. Pero la seguridad es más completa, el gozo súper abundante, la esperanza indecible y llena de gloria. Vemos como Dios ve y sentimos como él siente. 


Aunque nuestra fe y convicción se hace más fuerte en todo, sin embargo, nuestro dolor es mayor cuando sabemos que algunos vieron sus privilegios pero volvieron atrás. No porque como dicen, —vieron en una manera diferente, sino porque no estaban dispuestos reputar todas las cosas como pérdida… para ganar a Cristo (Filipenses 3.8). Tales santos llegan a ser envidiosos, carnales y mundanos, pierden el poder y el gozo del Señor. ¡Qué pérdida indecible, y es una pérdida eterna! Sobre estos también Jesús llora, diciendo cuantas veces quise … y no quisiste (Lucas 13.34), y nosotros lloramos también. 


PABLO AVANZA ADELANTE 


Si en alguna manera llegase a la 
resurrección de entre los muertos 
(Filipenses 3.11). 


La Versión Moderna tiene “alcance”. Pablo practicó lo que predicó. Escribió a la asamblea de Corinto, contando la naturaleza y las glorias de la resurrección. Años después escribió a la asamblea de Filipo que estaba esforzándose para alcanzar la gloria más alta. 


En Filipenses 3, el apóstol contemplaba el blanco y el premio para ser ganados allí. ¿Cuál era el blanco? ¿Era su posición en Cristo? Por cierto que ¡No! El no obtuvo su posición por “correr” sino por “creer”. “Fe” en la resurrección de Cristo le había dado su posición mucho más antes … resucitado para nuestra justificación (Romanos 2.25). Dicha posición le garantiza una resurrección, porque ellos que están aceptados en Cristo pueden esperar ser levantados con Cristo. 


Teniendo la posición se apuntó al blanco para obtener el premio. Una resurrección de entre los muertos, una mejor resurrección era el blanco. 
Una translación adelantada es el blanco para nosotros que vivimos hoy porque Cristo viene pronto. Ya que la resurrección del santo depende de su posición, su parte en la separada resurrección depende de su estado y de obtener el premio, depende sobre la llegada al blanco. 
Pues, procuró por todos modos que su estado iguale a su posición. Por eso dijo, —las he estimado… aun estimo… lo he perdido… Nada para él tuvo valor sino para ser hallado en Cristo, vestido en su justicia, no como un paradero, sin embargo, sino como medios para alcanzar el punto final. Vio que solamente por desvestirse de todo vestigio de su propia justicia pudiera esperar alcanzar al blanco que vio. 


Además, entre su posición en la justicia de Cristo y el blanco deseable, vio una cadena de tres eslabones… a fin de conocerle, y al poder de su resurrección y la participación de sus padecimientos. (Filipenses 3.9 al 11). Esta cadena de tres pasos expresa su estado. Su posición era necesaria para conocer a Cristo; al que debiera conocer en varios aspectos, quiere decir, adelantar su estado a su posición para alcanzar el blanco, la mejor resurrección; y tiene que llegar al blanco al fin de obtener …el premio (v. 14). No, hermano, su posición no era el blanco ni tampoco era el premio. 


La resurrección separada, de entre los muertos, de Pablo, y de todos los de su grado, corresponde hermosamente con la mejor resurrección de aquellos santos del Antiguo Testamento según Hebreos 11.35. Sufriendo la pérdida de todo es el precio de las dos. Que el apóstol esperaba ser levantado en un grado cierto tiempo más antes que la mayoría de la iglesia, tiene que ser el significado aquí. 


No hubo necesidad que corra para tener una parte en la primera resurrección, la que todos creyentes tienen porque siendo de Cristo son bienaventurados y santos. Nuestra posición en él nos asegura de una resurrección en él, pero sufrir con él obtiene una mejor resurrección, una resurrección de entre los demás que serán levantados más tarde. Entonces, la mejor resurrección es el blanco adonde se llegan los santos muertos al premio. Ya que la resurrección tendrá lugar en la venida de Jesús, un “rapto” adelantado del resto de la iglesia es el blanco para el premio que los santos vivos pueden ganar. 


Es bien lógico. Filipenses 3.20 y 21 también lo muestra, mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Este corresponde con 1° Corintios 15.53, es necesario que esto corruptible (cuerpo muerto) se vista de inmortalidad. 
Debiera de notar que, mientras todos seremos cambiados, solamente los que corren por el premio conforme a las reglas de los corredores pueden esperar tener cuerpos de gloria como el cuerpo de gloria de Jesús. Quiere decir, ellos que saben por experiencia la comunión de sus sufrimientos gozarán de la comunión de su gloria, de la cual sus cuerpos glorificados participarán. 


Aquel sufrimiento con él se expresa por las palabras llegando a ser semejante a él en su muerte (Filipenses 3.10). 


Tiene la esperanza de pasar o por la resurrección de entre los demás santos, o por un rapto adelantado en contestación al mando del primer sonido de la trompeta, y recibir la recompensa con el cuerpo glorificado correspondiente. En las epístolas de Pedro leemos con frecuencia las palabras sufrimiento y gloria, pero nunca de la más alta gloria que depende de un sufrimiento más profundo. El cuerpo glorificado de la reina reinante, por cierto debe concordarse con aquel del Rey, su esposo. 
Dése en cuenta también que está declarado enfáticamente que Cristo puede quitar, o suprimir todo dominio, toda autoridad y potencia (1° Corintios 15.24), en nosotros y conforme a su obra poderosa, que se efectúa en los corredores (Filipenses 2.13), los ganadores de la carrera serán recompensados con esa gloria excelente conjuntamente con Cristo. ¡Oh!, somos maravillados al considerar la esperanza. 


GRADOS EN APOCALIPSIS 
En la visión de Juan que tuvo del fin de los tiempos vemos cinco compañías o grupos distintos en el cielo: 


1. Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos . . . . Capítulos 4 y 5. 
2. La gran multitud de los santos de la tribulación . . . . Capítulo7. 
3. El hijo varón . . . . capítulo 7. 
4. Los dos testigos . . . . capítulo11. 
5. Los vencedores de la bestia . . . . capítulo 15. 
Ahora, no es muy claro que el segundo grupo llega al cielo después del primero. Algunos argüirán que Juan los vio más tarde, no más. De veras, es creído por muchos que llegan después de la tribulación. Esto aceptamos nosotros aunque sería otra fuerte comprobación de grados. Sin embargo, se hace bien claro por medio del estudio que los otros tres grupos llegaron al cielo muchos meses después del primer grupo (capítulo 4), y en tiempos que siguen el uno después del otro. 


La bestia reinará tres años y medio, su dominio terminado 250 días antes del fin de los siete años asignados. El hijo varón, llamado nuestros hermanos (12.10 y 11), nacerá (un grupo levantado al cielo antes que la bestia tome el trono) porque Satanás debe ser arrojado del cielo antes que la bestia empiece su reino. 
Estas tres cosas ocurren antes del medio de la semana o siete años. Luego en el medio de la semana, la bestia matará a los dos testigos, los cuales serán levantados al cielo tres días después (capítulo 11). Y después, en algún tiempo durante su reino, otro grupo vencerá a la bestia y a su imagen etc., y se lo verá parado en el mar de vidrio. 
Vamos a poner estas fechas en forma de lista como esto: 
1. Los cuatros vivientes y veinticuatro ancianos levantados ANTES QUE EMPIECE LA SEMANA, o cuando Jesús toma su trono (capítulo 4). Estos no son dos grupos sino uno, visto en dos aspectos; los que adoran y los que gobiernan. 
2. Los santos de la tribulación, una multitud innumerable, levantados probablemente un año más tarde (capítulo 7). 
3. El hijo varón levantado 250 días ANTES DEL MEDIO DE LA SEMANA, (capítulo 12). Sin duda estos son los ciento cuarenta y cuatro mil del capítulo siete. Los primeros tres grupos forman la iglesia. Los otros dos grupos son de Israel. 
4. Los dos testigos levantados al medio de la semana en capítulo 11. 
5. Los vencedores de la bestia levantados más o menos en el medio de la semana, tal vez con los dos testigos, (capítulo 15). 
Aquí hay cinco distintos grupos que llegarán al cielo en diferentes tiempo, cubriendo un espacio de tiempo de tres años y medio posiblemente. Las cifras de Daniel, comparadas con las de Juan, nos dan estos datos citados sin uso de imaginación. 
Luego cuando consideramos las divergencias entre estos varios grupos tenemos más evidencia delante. 


Notemos: Los del primer grado están sobre el trono del Señor además de estar alrededor del mismo. Nunca son llamados siervos: adoran, tienen coronas y reinan. Ocupan lugares de confianza en el cielo, ayudando al Señor ejercer sus juicios sobre la tierra. Estos solos están con él desde el principio de su reino en el cielo (capítulo 4). 


La segunda fila tiene palmas de victoria, pero no usa coronas. Se para delante del trono, nunca postrándose en adoración, y nunca ocupando ningún puesto de autoridad. 


El tercer grado consiste del hijo varón (literalmente; un hijo varonil y fuerte) dos veces llamado hijo, significando “chico”. Los primeros dos grupos llaman a este grado nuestros hermanos, y se regocijan que vencen al acusador por la sangre y por su testimonio. Hicieron grandes sacrificios en la tierra: y menospreciaron sus vidas hasta la muerte (capítulo 12.11). Ellos regirán (pastorear) todas las gentes con vara de hierro. Estos son los que no crecieron a madurez en Cristo pero son una compañía fuerte. Un muchacho de 14 años puede tener más fuerza que un hombre de 50 años, pero no es tan sabio, ni tan útil. Sin duda con el levantamiento de este tercer grupo la iglesia total se completa, hablando estrictamente. 


El cuarto rango, los dos testigos y el quinto rango, los sobre el mar de vidrio, son definitivamente los santos del reino. 


UN SUPLEMENTO 
Por cuanto has guardado la palabra de 
mi paciencia, yo también te guardaré de la 
hora de la prueba que ha de venir sobre el 
mundo entero, para probar a los que 
moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo 
pronto; retén lo que tienes, para que 
ninguno tome tu corona (Apocalipsis 3.10 y 11). 


Algunos hacen bastante conmoción contendiendo que la iglesia deberá pasar por la tribulación. Esta vista se basa sobre una ignorancia deplorable de la “verdad”. Sus defensores desprecian la enseñanza de los diferentes grados que hay en la iglesia, y por lo tanto demuestran en qué grado se encuentran. 
Hay que considerar tres puntos muy importantes: 


1. LA GRAN TRIBULACIÓN (Mateo 24.21) será localizada en Palestina y tiene referencia directa a los judíos. Compárese Jeremías 30.7; Daniel 12.1 y 2; y Isaías 26.20 y 21. Estudie estos, y otros pasajes, y verá para sí mismo. La gran tribulación mencionada en Apocalipsis 7.14, no es la tribulación de Mateo 24. Sería imposible que una semejante multitud incontable se congregue en Palestina; y esa multitud innumerable es de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas (Apocalipsis 7.9). Son la mayor porción de la iglesia, o cuerpo de Cristo. 
Tenga en cuenta otro punto importante: Apocalipsis 7.14 debiera leerse así: estos son los que salen (V. Griega = están saliendo) de la gran tribulación (La Versión Moderna y del griego). Juan los vio en su visión mientras que ascendían fuera de la hora mundial de prueba, y no como de haber salido de la misma. No pasarán a través de la prueba o permanecer hasta el fin de ella, como algunos muy incorrectamente interpretan Mateo 24.13. La duración es local, refiriéndose exclusivamente a los judíos en la tierra de Canaán. 
Además, esa salvación es de la muerte física, porque aceptarán a Jesús como su salvador y Mesías. Clamarán a Jehová y confiarán en él; luego los librará de la crueldad destructiva de las naciones. Nadie nunca se salvó del pecado por aguantarlo: por gracia sois salvos por medio de la fe (Efesios 2.8). 


2. Apocalipsis 3.7 al 13, se dirige a un grupo de santos selectos contra los cuales no hay culpa alguna. Ellos son la asamblea en Filadelfia, que todos saben quiere decir amor fraternal. Cinco cosas recomendatorias son dirigidas a ellos, cosas que no se dicen a ninguna de las otras iglesias, exceptuando a Esmirna. 


a. He aquí he puesto delante de ti una puerta abierta. 
b. La cual nadie puede cerrar. ¿Cuál es la puerta indicada, sino la puerta del cielo por medio de la cual escaparán de la prueba mundial del versículo 10? 
c. Porque aunque tienes poca fuerza. Cristo es la vida y potencia de todos los santos de amor fraternal. No tiene nada de suya propia. 
d. Y has guardado mi palabra… la palabra de mi paciencia, la que se refiere directa y particularmente a la venida del Señor y nuestra preparación para encontrarle. 
e. Y no has negado mi nombre, observe como las dos verdades sobre la puerta abierta son motivadas por estas tres. Pérgamo tiene el nombre de Jesús en la profesión pero lo niega en la práctica. Ella juega con el mundo. Filadelfia reverencia el nombre de Dios en testimonio, en canto, y en su vida separada. 


3. Ahora viene la promesa gloriosa porque del amor grande y sincero para Cristo … Yo también te guardaré de la hora de la tentación. El no permitirá a que entren los santos de Filadelfia al período de tribulación o tentación. El lo llamará por la puerta abierta al hogar en el cielo. ¿Por qué son creyentes de Filadelfia o de amor fraternal? Porque ven estas verdades preciosas de la gracia divina y las creen. Viven en la esperanza de su cumplimiento. Delante ven una corona prometida y procuran merecerla por sufrir con Cristo. 
Juan escribió en otra parte…todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como el es puro (1° Juan 3.3). Ven que por cumplir ciertas condiciones podemos escaparnos de la grande tribulación la cual la multitud incontable se sumergirá por un tiempo. Ellos ven una resurrección de entre los demás santos para Pablo y sus seguidores (los de Esmirna) y un rapto adelantado para los santos de Filadelfia. Ellos corren por el premio, escuchando para oír el primer sonido de la trompeta. Contemplan y se apropian de la visión de ser trasladados antes de los siete años de tristeza, para que nadie, por su incredulidad, pueda quitar su corona. 































Editorial: 


Mensaje de Gracia y Gloria 
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