-LA UNIDAD DE CRISTO


LA UNIDAD DE CRISTO 
PAUL N. SMITH 
"Os ruego pues hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo que habléis todos una misma cosa y que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer......Cada uno de vosotros dice: Yo cierto soy de pablo pues yo de Apolos; y yo de Cefas y yo de Cristo...¿Está dividido Cristo?”. 1° Cor. 1: 10, 12, 13.


Estos son unos comprensivos y profundos versículos. Ellos son maravillosamente llenos de verdad y poder. Ellos contienen la esencia de la Palabra de la epístola a los Corintos. “La Unidad de Cristo”. Aquí son vistos cinco fundamentos, de la "Unidad", a saber:


Primero: Un Nombre, "El Nombre de nuestro Señor Jesucristo".
Segundo: Una Palabra, la totalidad de la verdad; "Habléis todos una misma cosa".
Tercero: Un Cuerpo, "No haya entre vosotros disensiones".
Cuarto: Una Mente, "La Mente de Cristo". 1° Cor. 2: 16.
Quinto: Un Parecer, "El Mismo Parecer".


Esta es una Epístola Universal, y no fue dirigida a la asamblea de Corinto únicamente. Ella es "A la Iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús llamados santos y a todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro". 1° Cor. 1: 2. Esto nos alcanza también hoy día. Cuan asombroso es que és­ta ardiente palabra está puesta en la entrada de esta epístola. ¿Por qué?. Por causa de la ignorancia y negligencia de la doctrina de la “Unidad de Cristo”. Repetidamente en esta carta, por una gran variedad de expresiones es puesto delante de nosotros.


Observe que la súplica del apóstol es por "El nombre de Nuestro Señor Jesucristo" (ungido). "Su Nombre es Uno". Zac. 14: 9 Aquí es "Un Señor". Ef. 4: 5, aquí no hay "Otro Jesús". 2° Cor. 11: 4, "Hay únicamente un Cristo", “El Ungido”. Hch. 2: 30, 36. En su primer mensaje lleno del Espíritu Santo, Pedro exclamó: "Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Señor y Cristo". (Ungido) Hch. 2: 36. Desde aquel magnifico anuncio el Triple Nombre "Señor", "Jesús”, “Cristo", merece y demanda el respeto de los hombres, ángeles y demonios. "No hay otro Nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". Hch. 4: 12.


"Por lo cual Dios también le ensalzó a lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo hombre. Para, que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que están en la tierra, y de los que están debajo de la tierra. Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, a la Gloria de Dios Padre". Fil. 2: 9,11.


Catorce años después en la conferencia de apóstoles y ancianos en Jerusalén. Simón declaró: "Simón ha contado como Dios primero visitó a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre". Hch. 15: 14. Entonces encontramos éste maravilloso Nombre, "Jesucristo" en medio de la Epístola.


Por medio de éste digno, completo y único (hablando de unidad) Nombre, el Espíritu Santo se agrada en mantener la Unidad de Cristo."¿Está dividido Cristo?". No. Porque de tal manera que el cuerpo físico tiene muchos miembros...así también Cristo.1° Cor. 12: 12. Como Cristo es uno y uno es su Nombre, así el cuerpo de Cristo es uno y Su Nombre, es uno con El. Cristo es la gloria juntamente con los cristianos; su pueblo sobre la tierra son llamados “El Cristo”. Porque un Pan, es que muchos somos Un cuerpo; pues todos participamos de aquel “UN PAN". 1° Cor. 10:17. “Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte".1° Cor. 12: 27. "La Iglesia, la cual es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en Todo". Ef. 1: 22, 23. "Y El es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia". Col. 1: 18. Como es la cabeza de su glorioso cuerpo, El es llamado "CRISTO" o "UNGIDO". "Y los discípulos fueron llamados cristianos primeramente en Antioquia". Hch. 2: 26. "Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence; antes glorifique a Dios por ello", 1° P. 4: 16. Esta es la única conclusión lógica y escritural Nombre por creer en Jesús.


LA UNIDAD DE CRISTO QUEBRADA


No hay una excusa lógica, ni fundamento escritural para llamarse así mismo: "Metodista", "Prebisteriano", "Bautista", "Pueblo Santo", "Misión de Fe", "Pentecostal”, "La Iglesia de Dios", "Iglesia Unida", "Iglesia Cuadrangular". O algún otro título dado por el hombre; es todo de la carne y su hediondez se eleva hacia Dios, “Porque todavía sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿No sois carnales y andáis como hombres?. Porque diciendo el uno: yo soy de Pablo, y el otro yo de Apolos: ¿No sois carnales?”. 1° Cor. 3: 3, 4. Además, edificar sobre Cristo bajo algún nombre humano. El Apóstol denomina tal edificio "Madera, Heno y Hojarasca", que será quemada. Su edificador sufrirá pérdida pero el mismo será salvo como por fuego. Tal carnal edificio corrompe el templo de Dios. ¿No sabéis que sois Templo de Dios, y que el Espí­ritu de Dios mora en vosotros?. Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el Templo de Dios, el cual sois vosotros, Santo es". 1° Cor. 3: 3, 4-12-15 al 17.


En 1° Cor. 5, es recordado una solemne ilustración o prueba de éste hecho, declarado en capítulo tres. Las seis prominentes formas de maldad, que resulta por no sostener la “Unidad de Cristo”, están nombrados: Fornificación, avaro (codicioso), idólatra, maldiciente, borracho y ladrón (extorsionador). 1° Cor. 5: 11. El primer nombre es usado como un e­jemplo. Esta conducta de éste hombre 1° Cor. 5: 1 es recordado aquí como un tipo de la profunda fornificación espiritual que es más repugnante a Dios que la natural. Esta es la razón de que mucha atención es dada en ambas epístolas. Esto es profunda fornificación espiritual, o separación de Cristo. Eso lleva afuera del poder de 1° Cor. 6: 13, 20.


Guarde en el pensamiento, que el Espíritu Santo está enfati­zando la “Unidad de Cristo”, ilustrando la causa y manera de corromper "El Cuerpo". La Iglesia de Cristo "no es para fornificación", sino para el Señor y no para alguna otra cabeza. "Pues os celo con celo de Dios porque os he desposado a u e una ramera?. Lejos sea. ¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo?. Porque serán, dice, los dos una carne. Pero el que se junta con el Señor, un Espíritu es con El”. 1° Cor. 6: 15 al 17.


El fornicario en 1° Cor. 5, represen­ta a los hombros que osadamente asumen el señorío del cuerpo de Cristo o una parte de ello por aceptar un oficio humano como, papa, cardenal, obispo de una diócesis, presidente, superintendente o consejero. El hombre que toma la esposa de su padre es aquel que toma un señorío que no le pertenece; el separa a la esposa de la correcta cabeza, el comete fornificación. Y así cuando la gente acepta el Señorío o alguna parte del cuerpo de Cristo, ellos cometen fornificación espiritual y ello causa a aquellas gentes a cometer prostitución por causa que ellos se desvían más y más de Cristo, la gente es inducida a depender de los hombres o instituciones y organizaciones, exactamente como la mujer de aquel padre que aceptó el sostén de su hijo. En Apoc. 17: 5. Nosotros leemos de "LA MADRE DE LAS RAMERAS".


¿QUIENES SON LAS HIJAS?


Esta es una muy importante pregunta, el pueblo cristiano generalmente no toma cuidado en conocer la respuesta. Considerar lo que Dios dice: “¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo?. Porque serán dice, los dos en una carne”. 1° Cor. 6: 16. Así exactamente nosotros oímos a la gente decir: "Nuestra iglesia": significa su denominación. Otros dicen "Yo soy Metodista", otro dice: "Yo soy Pentecostal". Ellos son "un cuerpo" . Los Metodistas son otro cuerpo. Los Católicos son otro cuerpo. Los Presbiterianos son otro cuerpo, y así sucesivamente (un sin fin de denominaciones de iglesias). Ahora, los hombres deben aprobar la política y las enseñanzas de estas sectas o ellos no tendrán comunión con ellos: La primer pregunta no es: "¿Aceptó usted a Cristo como su salvador?". Sino, ¿Cree usted esto o aquello? ¿Quiere estar de acuerdo con nosotros?.


Nosotros decimos tiernamente y aún con el corazón dolorido, pero debemos declarar esto: los así llamados movimientos de la lluvia tardía, están yendo en la misma dirección, ¿Qué es el significado de varias organizaciones a­hora existentes?. ¿Qué debemos concluir de los intentos de limitaciones, dogma o credo de fe, estatutos, títulos humanos, oficios asalariados, lugares de eminencia, e intentos de regulación a través de la organización?.


¿Será que no hemos aprendido del fracaso y la tontería de nuestros antecesores?. ¿Qué persona es aún capaz de poner en orden la Iglesia con éxito?. ¿Quién tiene el problema del misionero resuelto y poner la misión y el misionero en operación y equilibrio?. ¿Quién es ca­paz de ser así?. Dios se está moviendo y nosotros podemos mo­vernos con El y no con algunas sectas. El orden de la Iglesia ya fue puesto por Pablo en su primera epístola a los Corintos, pero algunos fracasaron en aceptar esto. El problema del misionero está ya resuelto. Pero ellos no se contentan con eso. Cristo es el glorioso y todo suficiente, la cabeza de la iglesia. Nosotros somos solamente "SIERVOS, "PROFETAS", MAESTROS" "AYUDADORES", "COADJUTORES", "SOMOS DE DIOS", "SI NO JUNTAMENTE CIUDADANOS CON LOS SANTOS Y DOMESTICOS DE DIOS". "DE LA FAMILIA DE LA FE". El Señor Jesucristo es el director y regulador. Nosotros solo podemos tomar sus mandatos. Cuando los hombres intentan regular lo irregulable ellos asumen el ofi­cio de regulador de sí mismos y ellos destierran al Señor de su pensamiento. ¿No es eso una posesión de demonios?. ¿No es la comezón ambiciosa por dirigir y enseñorearse y liderar "otro espíritu"?. 2° Cor. 2: 4. Sino, ¿Por qué son mencionados los demonios en conexión con la mesa del Señor?. 1° Cor.10: 16 al 22.


Si el sectarismo no es un engaño de satanás, ¿Por qué es que aquellos quienes estaban una vez presos en sus redes pudieron apenas obtener libertad de ellos?. ¿Por qué está la más profunda y marcada separación?. ¿Por qué los santos se comprometen y rechazan la luz en lugar de ir "fuera del real" (cam­pamento) llevando su vituperio?. He. 13: 13. El tiempo está so­bre nosotros cuando nosotros sufriremos reproche nuevamente, o unirnos a una organización humana, quien dice ser llamada y guiada por el Espíritu Santo. Hermano: ¿Con quién estará Usted?.





OCHO SIMBOLOS DE LA IGLESIA


Estos son: "Labranza de Dios", "Templo de Dios", "El Rebaño de Dios", "Los Pámpanos", "Un Cuer­po", "La Familia de Dios, Domésticos de la Fe", "Un Pan", "Una Virgen Pura". 1° Cor. 3: 9 y 17; 1° P. 5: 12. Jn. 15: 5. 1° Cor. 10: 17; Ef. 2: 19; Gá. 6: 10; 2° Cor. 11: 1.


Cada uno de éstos claros ejemplos son impotentes y dependen absolutamente sobre otros, ninguno de éstos puede ayudarse así mismo o protegerse así mismo o regularse así mismo o mejorar su condición. La labranza debe rendirse a la siembra y cultivo del labrador, entonces habrá una cosecha para él. El edificio debe rendirse al dueño para juntar los materiales, planos y especificaciones y así levantar en tiempo y or­den, para su morada interior. El rebaño debe rendirse al cuidado de los pastores, que los protege, alimenta y cuida que la lana no crezca. El Pámpano tiene que esperar solo de la vid y absorber vida y salud, de ahí. Entonces el llevará muchos frutos.


El "Un Pan" es perpetuado o conservado únicamente por participar de aquel "Un Pan" que es Cristo. Ello es enteramente dependiente de El, de otra manera llega ser rancio.¿No es ésta la condición (rancia) de muchos creyentes?. El cuerpo es dirigido por guardar la armonía con su Cabeza. Los miembros de mi cuerpo no pueden tomar cuidado o regular a algún otro miembro independientemente de mi cabeza. Mi pie no podría soportar, ni llevarme. Mi mano no podría rascar mi barba. Mis ojos no podrían ver mi cuerpo, excepto por la dirección de mi cabeza. Ni uno, ni otro podrían completar alguna otra función, si ellos lo intentan sería una confusión y u­na catástrofe. Supongamos que los miembros de mi cuerpo intenten organizarse; eligiendo a mi ojo derecho como presidente y mi ojo izquierdo como vicepresidente. Y mi mano derecha como se­cretaria, mi mano izquierda como tesorero y mis pies como un comité de rendidores de cuenta (o comisión) ellos estarían actuando independientemente de mi cabeza.


La Iglesia, el cuerpo de Cristo que constituye por muchos miembros, es "Un Cuerpo" y absolutamente dependiente de Cristo, Su cabeza viviente. El es su sabiduría, Su justicia, Su vida, Su fuerza, Su dirección, Su gloria, Su meta. Cuan tonto sería intentar organizar este maravilloso organismo. La familia también es totalmente dependiente del dueño de casa. El debe amoblar la casa, dirigir y guardar cada cosa en orden, y si algún miembro no hace caso a su dirección, la confusión sobre viene. Igualmente la ama de casa, no puede presumir a ser la cabeza, u­na familia puede tener solo una cabeza, igual que los "Los Domésticos de la Fe", tienen una sola cabeza,"Cristo", fe en El.


Últimamente nosotros vemos a la mujer o "La Virgen Pura", és­ta es una bella, perfecta y gloriosa tipo de la Esposa de Cristo, ella es dependiente de su marido, prepara la comida, ropa, le brinda su amparo y protección. Ella lo ama como su cabeza, lo respeta como superior, confía en él como su única verdadera confianza y reposa sobre sus brazos como totalmente suficiente. "Empero el que se junta con el Señor, un Espíritu es con El" 1° Cor. 6: 17. Nosotros prontamente olvidamos que somos una "Nueva Creación", “Una casa Espiritual", "Un especial Tesoro", “que no son del mundo...que del mundo me diste",que "vuestra vida está escondida con Cristo en Dios", que no estamos para rendirnos al mundo religioso "no os conforméis a este edad", en algún sentido, ni a las costumbres religiosas. Prontamente olvidamos que estamos "sentados en los lugares celestiales con Cristo Jesús", que “las armas de nuestra milicia no son carnales”, (no de la carne) y que "no tenemos luchas contra carne y sangre sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de éstas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires". Gá. 6: 15. 1° P. 2: 5. Mal. 3: 17. Jn. 17: 6, 16. Col. 3: 3. Ro. 12: 2. Ef. 2: 6. 2° Cor. 10: 4. Ef. 6: 12. Parecería que la realidad espiritual actual, no es realidad para muchos creyentes. No podemos combatirlos con ensayos y planes carnales o hacerlos mo­ver por un canal carnal. “Empero, el que se junta con el Señor un espíritu es con El” 1° Cor. 6: 17. Si actualmente un espíritu con él, la vida que está en el pámpano es la misma que esta en la vid. La vida en los hijos de Dios es la misma que en el Hijo de Dios. "Yo estoy en mi Padre, y vosotros en mi y Yo en voso­tros". Jn.14: 20. Esta es una unión espiritual por una simiente espiritual, resultando un pueblo espiritual gobernado por un Espíritu y dirigido por una Cabeza.


¿QUE ES LA VISTA EXTERIOR?


El panorama a la vista exterior para el sentido es deplorable y desesperante pero para la fe es victorioso y glorioso. Como Dios usó a Débora y Joel para liberar a Israel de las naciones a quienes ellos fueron entregados para destrucción en la carne, así se digna El a usar a aquellos quienes aceptan el espíritu de Pablo y la verdad de Dios que enseña a librar la Iglesia hoy día. Aquel fornicario en 1° Cor. 5, fue entregado a satanás para muerte de la carne, habiendo tenido la vista de que la carne fue destruida sobre la Cruz en la muerte de Cristo, él nunca podía haber tenido que pasar por medio de esa desgracia. Los santos quienes realmente ven y aceptan su identificación con Cristo y mantienen esta real victoria sobre toda forma y vi­da de la carne, éstos son quienes "en el Nombre del Señor Je­sucristo". 1° Cor. 5: 4, 5, para "entregar" al carnal a satanás para muerte de la carne. De ese modo el espíritu del creyente carnal será salvo en el día del Señor Jesús. "Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: que todo lo que me diere, no pierda Yo nada, sino que lo resucite en el día postrero". Jn. 6: 39.

El será salvo "Como por fuego". Pero si él será salvo. ¿Cómo puede aquel hombre tornarse de satanás?. Ellos deben ponerlo fuera de su comunión. 1° Cor. 5: 13. La única protección divina para agarrar. Eso probó ser un suficiente castigo o censu­ra 2° Cor. 2: 6. La manera y cuan severamente satanás lo revolcó, no es dicho, pero el remedio fue efectivo, la carne fue contada como destruida y él se arrepintió. No podemos te­ner comunión o guardar compañía con la carne. Únicamente cuando nosotros venimos en profunda simpatía con el corazón, voluntad, propósito y planes de nuestro Señor Jesucristo por sentarnos a sus pies como hizo María y oír su Palabra y por escudriñar, como a un tesoro escondido su Palabra. Nosotros tenemos una profunda compasión por nuestros hermanos igual que Pablo. "Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, más para que supieseis cuanto más amor tengo para con vosotros". 2° Cor. 2: 4. Únicamente con esta inquebran­table lealtad y simpatía con Cristo y su infinita ternura hacia todo el pueblo de Dios en cualquier lado como a nuestra propia gente podemos nosotros liberar a ellos de satán y de ese modo por fe recobrarlos para Cristo, quizás de ese modo "Presentar a todo hombre perfecto en Cristo". Col. 1: 28.­
AMEN


En el comienzo de la historia de la iglesia no había denominaciones. Ellos no fueron cabeza sobre cuerpos de gentes. Los doce apóstoles no organizaron la gente en sectas.


El apóstol Pablo asumió su lugar como el apóstol a los gentiles, el mayordomo del Evangelio de la Gracia, que fue revelado únicamente a él. No lo hizo, tam­poco aquellos quienes colaboraron con él no organizaron a los creyentes. Ellos ordenaron ancianos en cada asamblea. Pero no leemos de ninguna denominación como tenemos hoy día. Los creyentes fueron uno. Ellos fueron todos enseñados con la misma verdad en el comienzo. Ellos fueron salvos por medio de la fe en Cristo Jesús, bautizados en agua y llenos del Espíritu Santo.
PAUL N. SMITH











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